Por Johnny Sánchez
TRUMP va a comenzar con la tradicional agenda republicana de sacar al gobierno de todo control, pero va a agregar muros, de proteccionismo y xenofobia y eso trae consecuencias.
Esa política dejará a las personas aisladas frente a los desafíos de esta economía de la era de la información y cerrará el dinamismo y la diversidad que siempre marcó esta encrucijada de nuestra nación.
Su gabinete desafía el consenso de Washington y trae a empresarios que han sido exitosos en empresas, pero nada que ver, con armonizar intereses y en política eso es sagrado, se amarra antes de aprobar algo y eso asegura consenso y pocas críticas.
Los demócratas probablemente van a ser el partido del social progress cerrado en 2018.
El renovado partido demócrata vendrá con futuros líderes que serán los senadores Bernie Sanders- y la Warren de Boston, quienes abogarán por propuestas que ayuden a las comunidades con programas de educación temprana, salud, préstamos estudiantiles y similares, pero ese partido, se retirará del mundo, de nuevos votantes, cerrará la integración con categorías híper-raciales y cerrará el debate con el cliché de estar políticamente correctos.
Es por eso que he estado pensando que necesitamos un tercer partido o movimiento que sea social, plural y más abierto.
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Este futuro compasivo partido globalista que emergerá apoyaría el libre comercio y la inmigración calificada que impulsan el crecimiento.
Pero también inundaría la zona para aquellos desafiados en la economía global de alta habilidad, ofreciendo programas para reconstruir la comunidad, fomentar la seguridad económica y fomentar la movilidad. Integraría la clase obrera blanca en estados pobres y los grupos minoritarios enfatizando que todos somos parte de una sola idea americana.
Vuelvo al tema Trump.
Después de los 100 días en Casa Blanca, se verá claramente la intolerancia de Trump, la deshonestidad y el rompimiento de sus promesas tendrán que ser denunciadas.
No podemos ir moralmente adormecidos a escuchar los discursos y tweeds de Donald. Pero con estrategia necesitamos reemplazar su coraza por un ataque frontal que aborde los problemas que alimentaron su ascenso y triunfo entre blancos y desafectos de Hillary.
Después de todo, el tipo probablemente renunciará o será acusado dentro de veinte meses. Apuesto 100 a uno.
Lo digo hoy, él NO DURA LOS 4 años, LO RELEVA su Vice, MIKE PENCE, más conservador y menos bocón.
