El presidente Barack Obama ha perdonado este lunes a 78 presos y recortado la sentencia a otros 153. Se trata del mayor número número de indultos y rebajas de sentencia que jamás ha realizado un presidente estadounidense en un sólo día.
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Según los datos de la Casa Blanca, incluyendo las cifras anunciadas, Obama ha rebajado las condenas a 1.176 personas, 395 de las cuales estaban condenadas a muerte, y ha indultado a 148. El expresidente que más se acerca al número de indultos de Obama es Lyndon B. Johnson, que rebajó las sentencias de más de 200 presos.
En el último año, el demócrata Obama, que cede el cargo a finales de enero al republicano Donald Trump, ha puesto la reforma del sistema penal en el centro de su agenda. Pero el presidente tiene un capacidad limitada para intervenir en este tipo de reformas, que dependen del Congreso.
En 2015, Obama se convirtió en el primer presidente estadounidense en visitar una prisión y charlar con presos. Estados Unidos es el país con la mayor población penitenciaria del mundo: 2,2 millones de personas. El país, que representa un 5% de la población mundial, posee el 25% de la población carcelaria.
Durante los años 80 y 90, la conocida “guerra contra las drogas” llevó a la aprobación de leyes que castigaban duramente delitos como el tráfico o la posesión de drogas en cantidades pequeñas. La mayoría de los indultados por Obama cometieron este tipo de delitos. Los críticos con esas leyes denuncian que éstas dispararon la población carcelaria, afectaron desproporcionadamente a las minorías raciales y no fomentaron la rehabilitación de los presos.
Con el indulto y la reducción de condenas de más de un millar de presos, el presidente ha buscado romper con los motivos raciales implícitos en el sistema y reajustar las penas a delincuentes que, según afirmó Obama en 2015 “ cometieron errores no muy diferentes de los que yo cometí”.