Por Miguel R. Hernández M.D. ABPN.-
El internet es un medio útil de trabajo, educativo, informativo, de entretenimiento y diversión casi indispensable para una gran mayoría de personas a nivel mundial.
Durante nuestra formación como médico, nunca imaginamos que los avances tecnológicos de comunicación y el entretenimiento digital, representados en el uso significativo de celulares, Ipads, tabletas, correos electrónicos, videojuegos, chatrooms , aplicaciones de mensajería instantánea interactiva y las redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, Facetime, Tango, What’s app, pudieran tener propiedades adictivas y de riesgo de abuso, hasta el punto de que hoy día estemos hablando de adicción a internet como un trastorno mental comparable a los desórdenes de abuso y dependencia de sustancias lícitas e ilícitas, tales como el alcohol, la marijuana o la cocaína.
Consideramos pues, de suma importancia orientar la comunidad hispana en Estados Unidos y del mundo sobre este tema, ya que aumenta cada vez más el número de individuos prisioneros del uso de internet, quienes no saben qué hacer para liberarse y no están consciente de que han quedado atrapados en la red.
La problemática de adicción a internet es relativamente nueva, fue la Dra. Kimberly Young, una experta en adicción a internet, la primera en presentar la problemática cuando en el 1996 dio a conocer un reporte clínico sobre un caso de adicción a internet. Desde entonces las investigaciones acerca del uso excesivo de internet y su adicción han aumentado, hablándose de subtipos de problemas asociados a internet como pornografía en línea, apostar por internet y la adicción a los videojuegos.
A pesar de no ser incluido como un desorden en el DSM-V ( Manual estadístico y diagnóstico de psiquiatría, quinta Edición) la adicción a internet se ha convertido en una problemática mundial, la cual puede ser definida como una adicción conductual no química que involucra la interacción máquina y humano (Cerniglia L1 ,Neurosci Biobehav Rev. 2016 Dec 24).
La prevalencia de la adicción a internet puede variar dependiendo la cultura y la sociedad y oscila entre 6 a 15 % de los usuarios de internet. Esto aumenta en los estudiantes de universidades en 13 a 18.4 % (Young, Internet Addictión 2011, página 6). Estas evidencias van en favor de incluir la adicción a internet en el DSM-VI (Manual estadístico y diagnóstico de psiquiatría, sexta Edición) (Indian J Public Health 2015 Apr-Jun).
Una persona es más vulnerable a adicción cuando tiene poca satisfacción en la vida, carece de conexión fuerte con otras personas, falta de confianza en sí mismo, pérdida de la esperanza y están enojados o insatisfecho con alguna área importante de su vida. No se ha demostrado si la depresión causa adicción a internet o si la adicción al internet causa depresión, pero las investigaciones han encontrado una alta correlación entre ambos síndromes. (Peele, 1985, Young, 2011).
Existen factores de riesgos asociados a la adicción a internet tales como baja autoestima, problemas en la familia y la escuela ( Munno D1, Psychiatry Res. 2016 Nov). Así también, se han identificado recientemente factores de riesgo como ser hombre, sufrir de déficit de la atención o síntomas en deterioro de otros desórdenes psiquiátricos, ( Psychiatry Clin Neurosci. 2016 Dec 17).
Algo interesante que demuestra el impacto negativo de la adicción al internet es que se han publicado hallazgos que indican que la adicción al internet en adolescente aumenta el riesgo de abuso de alcohol y fumar cigarrillos. ( Lee BH1 Acta Paediatr. 2016 Dec 15).
En cuanto a la etiología neurobiológica se ha mencionado y asociado la dopamina específicamente en el sistema meso límbico, el medial forebrain bundle (MFB) y el sistema de péptidos opioides endógenos (ENK) (Di chiara, 2000). Algunos estudios han encontrado disminución de la sustancia blanca y gris en la zona órbito frontales de la corteza cerebral en personas adictos a los video juegos. (Weng, Chuan-Bu 2013. “Gray matter and white matter abnormalities in online game addiction) y reducción del tamaño de la corteza dorso lateral frontal, la corteza cingulate anterior rostral y el cerebelo (Yuan, K.; et al. (2011). Yang, Shaolin, ed.)
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De acuerdo a Dr Young y Echeburrua, las señales de alarma que nos dicen que hay una dependencia a las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) o a las redes sociales y que reflejan una adicción a internet son las siguientes: 1.- Privarse de sueño (>5 horas) para estar conectado a la red, a la que se dedica unos tiempos de conexión anormalmente altos. 2.- Descuidar otras actividades importantes, como el contacto con la familia, las relaciones sociales, el estudio o el cuidado de la salud. 3. – Recibir quejas en relación con el uso de la red de alguien cercano, como los padres o los hermanos. 4.- Pensar en la red constantemente, incluso cuando no se está conectado a ella y sentirse irritado excesivamente cuando la conexión falla o resulta muy lenta. 5.- Intentar limitar el tiempo de conexión, pero sin conseguirlo y perder la noción del tiempo. 6.- Mentir sobre el tiempo real que se está conectado o jugando a un videojuego. 7.- Aislarse socialmente, mostrarse irritable y bajar el rendimiento en los estudios. 8.- Sentir una euforia y activación anómalas cuando se está delante del ordenador.
El cuestionario diagnóstico de adicción al internet (IADQ) fue la primera herramienta creada para diagnostico en 1998 y el test de adicción a internet (IAT) el primer instrumento validado para evaluar adicción a internet (Widyanto,2004) (Young, 2011). Otros instrumentos han sido útiles como: escala de adicción a internet y la escala de riesgo de uso compulsivo de internet. De la misma forma en línea podemos encontrar en el sitio de internet www.surveymonkey.com, la encuesta breve de juego de internet (“Brief Internet Game Screen (BIGS) Survey”).
De Acuerdo al CYAND (China Youth Association for Network Development) en su reporte del 2005, un individuo debe clasificarse como adicto al internet si cumple uno de las tres siguientes condiciones: siente que es más fácil alcanzar auto-actualización en línea que en vida real, siente disforia o depresión cada vez que el internet no funciona o se detiene su uso o trata de ocultar el verdadero tiempo de uso a sus familiares o personas cercanas. Ellos han propuesto un modelo etiológico neuropsicológico en el cual el concepto principal es que el ser humano tiene un instinto de buscar placer y evitar el dolor.
Las actividades del internet estimulan el sistema nervioso central haciendo que las personas se sientan felices y satisfechas. Esto lo lleva al uso continuo del internet para conseguir el mismo estado eufórico y consecuentemente crea una conducta que cambia gradualmente la euforia en un hábito con episodio de vacío existencial, se produce tolerancia y se necesita más tiempo para alcanzar el mismo nivel de placer. Poco después aparece el síndrome físico y psicológico de dependencia en el que el paciente una vez detiene o disminuye el uso del internet comienza a sentir falta de sueño, inestabilidad emocional, irritabilidad, etc. En esta etapa si la persona es confrontada muestra frustración y comienza a experimentar los efectos adversos a su alrededor como discusiones, mentir, fatiga y aislamiento social.
Algunas estrategias de prevencion de acuerdo a Ramón-Cortés (2010) son:
Limitar el uso de aparatos y pactar las horas de uso del ordenador, fomentar la relación con otras personas, potenciar aficiones tales como la lectura, el cine y otras actividades culturales, estimular el deporte y las actividades en equipo, desarrollar actividades grupales, como las vinculadas al voluntariado, estimular la comunicación y el diálogo en la propia familia. También es importante la limitación del tiempo de conexión a la red en la infancia y adolescencia (no más de 1,5-2 horas diarias, con la excepción de los fines de semana), así como la ubicación de los ordenadores en lugares comunes (el salón, por ejemplo) y el control de los contenidos, constituyen estrategias adicionales de interés (Mayorgas, 2009, Enrique Echeburúa, 2010)
Algunos autores no creen que exista la adicción a internet como un trastorno per se, señalan la controversia de que si la adicción es al contenido específico encontrado en el internet como el sexo, el juego o apostar y se utiliza el internet como una muleta psico-tecnologica que sirve como una alternativa más cómoda, menos vergonzosa y riesgosa que la conducta que encierra satisfacer las adicciones especificas en la vida real, como por ejemplo, buscar prostitutas, apostar dinero en casino, etc.
En cuanto al tratamiento, es muy poco lo que existe sobre el abordaje psicoterapéutico para el tratamiento de la adicción a internet. La psicoterapia cognitiva conductual (CBT) en 12 sesiones ha sido una de las más usadas con buenos resultados. Se ha utilizado combinada con electro acupuntura. Las terapias interpersonal y estructurada cognitiva y la terapia familiar, son otras opciones de psicoterapia.
En relación a uso de medicamentos, ambos el bupropion ( Wellbutrin ) y el escitalopram ( lexapro), fueron efectivo en el Tratamiento y manejo de adictos a juegos de internet, siendo el bupropion ligeramente superior .(Song J Psychiatry Clin Neurosci. 2016 Nov)
En conclusión, el tratamiento a la adicción a internet resulta difícil e implica un gran reto ya que muchos individuos se niegan a reconocer que tienen un problema de adicción justificando el uso excesivo o patológico de internet, con la necesidad personal, académica o laboral de uso de internet. En este sentido, debemos estar alerta de las señales de alarma de adicción al internet, educar a hijos, padres, amigos y familiares sobre el riesgo de adicción a internet. Por último, consideremos que nunca es tarde para contribuir en la liberación de una persona, quien lamentablemente pudiera está sumergido (a) y atrapado (a) en el fondo y la complejidad de la red.
Para obtener información acerca la adicción a internet y otras enfermedades mentales: 1-866-615- NIMH (6464) (la llamada es gratuita para quien vive en los Estados Unidos) Correo electrónico: nimhinfo@nih.gov, Sitio web: http://www.nimh.nih.gov.