ANGEL AGUASVIVAS. Miami, Florida
En un encuentro que tuve con unos amigos nos introdujimos en una conversación que nos llevó a explorar ciertas inquietudes sobre cuestiones relacionadas con nuestras respectivas edades. Debido a mi privilegiada edad, pues yo era el que había acumulado más juventud, el tópico se convirtió en un coloquio casi exclusivamente sobre mi persona.
Aquellos mis “jóvenes amigos” con frecuencia rieron de satisfacción burlona cuando expresaban el orgullo de su corto calendario. Para justificar y defenderme de aquellas ignominiosas ofensa a mis firmes creencias de que el hombre es como el vino, “mientras más viejo mejor”.
Les hice cita de lo dicho por alguien y cito “Los hombres son como el vino, la edad agria los malos, y mejora los buenos”. Les hice saber a mis interlocutores que el proceso de desarrollo que mi fisonomía había experimentado era el resultado de todas las crisis que el ser humano debe superar en cada etapa de su vida para poder subsistir en su lucha por perpetuar la especie. Le exprese que estaban equivocados en sus concepciones sobre la vejez, pero en realidad les quise decir que eran ignorantes. Además, les envié un mensaje sobre su discriminación e intolerancia contra la edad.
Al insistir en mis concepciones uno de ellos me dijo “Ya no eres el mismo”. Yo le contesté plagiando un famoso del cine, Ingman Bergman, ” Envejecer es como escalar una gran montana; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena”.
Después de apelar a diferentes estrategias defensivas, por fin, logramos coincidir en algo importante que ha sido probado científicamente. Mis agresivos amigos aceptaron que el ser humano a medida que pasa el tiempo tiene la oportunidad de desarrollar lo que se conoce como inteligencia fluida que es aquella respuesta inmediata que ofrece el cerebro para ayudarnos a adaptarnos y afrentar situaciones nuevas y flexibles. Este tipo de inteligencia es independiente del conocimiento adquirido o de la educación del individuo. Por el otro lado, sin embargo, tenemos la inteligencia cristalizada la cual depende del conocimiento que una persona haya adquirido a lo largo de su vida en las distintas áreas del conocimiento, ya sea a través de la experiencia, el aprendizaje y los estudios.
La adultez y el devenir del tiempo dan la oportunidad a que el individuo pueda desarrollar su inteligencia cristalizada. Cabe entonces citar el popular dicho que dice que más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Dentro de algunos ejemplos de nuestra polémica estuvo en tapete la contribución dada por muy famosos personajes en diferentes tiempos y lugares. Les ofrecí el ejemplo del famoso escritor ruso Liev Tolstoi, quien logró mayor fama durante su vejez con obras tales como “La guerra y la paz”, “Sonata de Reuter” y que alcanzó fama universal. Los papas con mas admiración han sido los que con mayor avanzada edad han ocupado sus posiciones pontificia, incluyendo al papa León XIII.
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A edad de 77 anos el general ruso Mijail Kuyuzof destrozó los ejércitos de Napoleón en la famosa retirada de rusos. El mariscal tenía 73 años en su participación en la batalla de Waterloo. Leberecht Blucher.
Después de ofrecerle estos famosos personajes les cite otros más contemporáneos y conocidos por ellos, tales como, Nelson Mandela, Fidel Castro, Ronald Reagan, Jimmy Carter, George Busch (padre), Joaquín Balaguer y el actual presidente del Paraguay Mujica para solo mencionar algunos. No olvidemos a Raúl Castro en Cuba.
En nuestro país en la actualidad se está dando un fenómeno politico donde las gentes, evaluando la situación politica nacional, ha interpretado la necesidad de un hombre con el peso politico que garantiza la honradez, la transparencia y la capacidad suficiente para enfrentar los sectores negativos a los intereses comunes de la nacion. El pueblo ha puesto de manifiesto la indiscutible capacidad de un hombre de la tercera edad. El pueblo cree en la madurez del Ing. Hipólito Mejía. Ese es un ejemplo fehaciente de un hombre con experiencia de estado, que sabe interpretar las necesidades de las gentes. Es un hombre jovial lleno de energías con mente preclara y sincero. Es un hombre de pueblo.
Como dijo el poeta “En el ojo del joven, arde la llama, en los del viejo brilla la luz”.
Las ideas cristalizadas de los más viejos nos sirven para poder ver mejor el brillo de la luz que alumbra el túnel del futuro. He aprendido de los que han experimentado sus experiencias, con respecto a las decisiones de los viejos, y sigo los consejos de que cuando dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, entonces procuro hacerla enseguida. Pero como viejo al fin, recomiendo a los mas jóvenes que una vejez tranquila es la recompensa de una juventud juiciosa y que entiendan que cuando la edad enfría la sangre y los placeres son del pasado, el recuerdo más preciado sigue siendo el ultimo, y nuestra evocación más dulce, el primer beso.
Al terminar mi encuentro con mis amigos, les dije, no malgasten el tiempo, para que el tiempo no los malgaste a ustedes, como decía Shakespeare. Manténgase tal y como yo, vigilante al paso del tiempo y los acontecimientos, pues la vejez es la pérdida de la curiosidad, nos decía el novelista español Azorin. Sin embargo, aun con toda la inteligencia cristalizada desarrollada, no he podido evitar que mi inteligencia fluida me ayude a adaptarme y quedarme indiferente en ciertas situaciones cuando mi inteligencia emocional es puesta a prueba por el desafío de alguien que me quiere tomar el pelo. Es cuando rompo con el dicho que expresa que primero el hombre aprende a andar y a hablar, y más tarde a sestarse tranquilo y mantener la boca cerrada.
Mientras tanto seguiré escribiendo y daré paso a mi inteligencia cristalizada.
Existen hombres cuyo temperamento jovial y cuyas formas afectivas de expresar su empatía son tan contagiosas que obligan a los demás extenderles sus simpatías y aprecio. Son hombres excepcionales cuyo carisma y caracter reflejan hacia el exterior las más altas motivaciones que empujan a que les sigamos en sus proyectos de futuro.
Mientras tanto, seré viejo, pero no…… eso a usted se lo dejo.
No quise hacerle mención del último presidente joven que tuvimos en nuestro país. Adivine Usted.
