A la lista de adversarios en sus propias filas se espera que pronto se sume el exgobernador de Florida Jeb Bush, quien por el momento solo ha señalado que explora “activamente” su postulación a la Presidencia, aunque desde hace meses actúa como si estuviera en campaña.
Las posibles donaciones para su campaña
Por el contrario, la figura de Marco Rubio suscita expectación y es vista como un potencial contendiente que, además de carisma y experiencia en política exterior al ser presidente del Subcomité para Latinoamérica del Senado, cuenta con una gran capacidad de recaudación de fondos.
Según el periódico de The Miami Herald, el senador por Florida tiene una red nacional con tres comités de recaudación que juntos “alcanzaron la cifra de 14 millones de dólares durante el 2013-2014, una época en que Rubio no tuvo que participar en ninguna elección”.
Según este medio, el magnate de Miami Norman Braman, amigo personal de Rubio, se ha mostrado dispuesto a donar por lo menos 10 millones de dólares a uno de estos comités con tal de que el senador ocupe la Casa Blanca, un ejemplo que certifica el mayor nivel de captación de fondos que ostenta frente a sus oponentes.
Por el momento, Rubio, que a comienzos de año recorrió el país para promocionar su libro “American Dreams”, prosigue con su crítica por el aperturismo hacia el Gobierno de Raúl Castro y hoy mismo tachó de “ridícula” la posible salida de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo.
“Esta nación necesita de un liderazgo que entienda esta nueva era y que tenga nuevas ideas para esta nueva época”, afirmó el senador republicano durante su entrevista en la cadena Fox News, que muchos vieron como una frase de campaña de una previsible candidatura presidencial, cuyo misterio quedará desvelado mañana en Miami.
¿Una decisión precipitada?
Si Rubio lanza su campaña presidencial este lunes, como se espera, el senador republicano de Florida pudiera tener que responder una pregunta sencilla: ¿Por qué ahora? Rubio, de 43 años y una estrella en ascenso en el Congreso, pudiera esperar cuatro años más, incluso ocho y ser aún un candidato relativamente joven.
Algunos funcionarios del partido prefieren que se postule a la gobernación o trate de mantener su escaño en el Congreso, lo que sería crucial para que su partido mantenga el control de ese foro. Al centrar la mira en la Casa Blanca, Rubio también crea las condiciones para una competencia directa con Jeb Bush, un mentor con el que comparte muchos partidarios.
Sin embargo, la ventana de la postulación puede cerrarse tan rápido como se abre.
El entonces senador Barack Obama, de Illinois, echó mano a una oportunidad en 2008 y ganó. Los donantes le pidieron al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, que se postulara en 2012, pero declinó y ahora se enfrenta a la campaña de 2016 en una posición decididamente más débil.
“No se puede decir si la oportunidad (de Rubio) será mejor en cuatro u ocho años”, dijo Fergus Cullen, ex presidente del Partido Republicano en Nueva Hampshire, quien aún no ha anunciado su apoyo a ningún candidato.
Los asesores de Rubio conocen muy bien las preferencias caprichosas de los electores. Rubio se benefició de la ola del Tea Party que en 2012 llevó a decenas de legisladores conservadores al Congreso sólo dos años después de la victoria de Obama y los demócratas.
Sin embargo, el equipo de Rubio ve una oportunidad para responder a la pregunta de “¿por qué ahora?” y dice que los apremiantes problemas del país exigen una nueva generación de líderes, no un regreso a los años 1990.
Tomado de Univision.com