Justo antes de reunirse con Raúl Castro en el marco de la cumbre, Obama sostuvo un encuentro con el presidente Santos para tratar este, entre otros asuntos.
La disidencia cubana no ve con buenos que Estados Unidos siga avanzando en el deshielo de sus relaciones políticas y comerciales con Cuba sin poner condiciones que garanticen el respeto a los derechos humanos y al ejercicio de las libertades políticas dentro de la isla.
“Mientras el gobierno cubano se comporte con su oposición, con su pueblo, con su sociedad civil, de manera civilizada, entonces pienso que sí es bueno (que Cuba sea excluida de la lista de países que patrocinan el terrorismo). Pero si quitan a Cuba de la lista de países terroristas y nos siguen dando golpes como hicieron los castristas (durante la VII Cumbre de las Américas), creo que es un gran error haberlos quitado”, dijo Guillermo Fariñas, portavoz de la Unión Patriótica de Cuba, a Univision.
La presidenta de las Damas de Blanco, Berta Soler, coincide con Fariñas al calificar como “terrorismo de Estado” el tratamiento que reciben los movimientos de oposición dentro de la isla por parte del régimen castrista. Para ella, el presidente Obama está en el deber de pedirle cuentas a La Habana sobre este tipo de acciones pues, “de otro modo, vamos a pensar que le está dando luz verde (para cometerlas)”.
“Sabemos que tenemos el apoyo del gobierno de Estados Unidos. Lo que decimos es que debe condicionar al Gobierno cubano, porque éste no tiene ninguna intención de cambiar su política”, agregó Soler.
En cambio, para Rosa María Payá –hija del disidente cubano Oswaldo Payá, fallecido en julio de 2012 en extrañas circunstancias- entiende que la inclusión o exclusión de un país de la lista de países terroristas como “una clasificación técnica” que no debe ser condicionada por opiniones políticas.
“Hay una serie de condiciones por las cuales un país está o no en la lista. Eso no debe estar influenciado por la opinión de un miembro del Ejecutivo ni de nadie. Si las reglas son tan claras y Cuba incumple esas reglas, Cuba debería continuar en esa lista”, concluyó Payá.