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ASOCIACIÓN DOMINICANA DE PROFESORES: A CASI MEDIO SIGLO DE LUCHA Y TRABAJO EN LA SOCIEDAD DOMINCANA

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Maestra Nelly Amador

Maestros y Maestras

Dado que el próximo jueves 13 de este mes de abril, se cumplen 47 años de la fundación de nuestra ADP, con sentimientos clasistas y de toda una vida entregada al sistema educativo en general y a nuestra Asociación Dominicana de Profesores en particular, nos permitimos compartir con ustedes algunas reflexiones relativas a la ADP, cuyo propósito fundamental es refrescar y recrear un poco la memoria histórica y analizar en prospectiva los que deben ser desafíos importantes para la clase magisterial, contando con un sindicato que debe liderar ese proceso de desarrollo y lucha reivindicativa.

En las reflexiones sobre algunos elementos relevantes de la historia de la  Asociación Dominicana de Profesores –ADP–, revisamos las recomendaciones y conclusiones  contenidas en mi libro “La Educación Dominicana: un Problema para Resolver Ahora”,  conjuntamente con mi tesis de maestría titulada “Participación de la Asociación Dominicana de Profesores –ADP–, en el Proceso de Transformación Curricular, a Nivel de su Dirección Nacional”. También vimos la obra “Treinta Años de Gremialismo Magisterial en la República Dominicana”, del profesor Rafael Santos, y finalmente, la consulta nacional que en el marco de su 41 aniversario hiciese la ADP y que fue  analizada por el maestro Ramón Morrison.

La Asociación Dominicana de Profesores –ADP—como expresión organizada de los maestros

Resulta un tanto difícil poder sintetizar la vida histórica de una institución, que como la Asociación Dominicana de Profesores, presenta tantos matices y vivencias interesantes, de los cuales es casi imposible apartarse o tratar de obviar, cuando van a estar permanentes en los hechos que intentamos recrear.

 Bases Históricas de la ADP, porque repasarlas ayuda a no olvidarlas

Las bases históricas de la ADP son realmente sólidas. No solo por tener en su haber casi cincuenta años de existencia siendo la única institución magisterial del sector público de la República Dominicana, sino  por cuanto ha ido creando al mismo tiempo también sólidas bases institucionales.

Las bases históricas tienen su génesis en su fundación. La propia descripción del momento y las circunstancias de la misma ya de por sí aportan elementos a ser tomados muy en cuenta en lo que respecta a sus fundamentos. El 13 de abril de 1970 fueron convocados al acto de fundación cientos de maestras y maestros del sector público, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo –UASD– y de los colegios privados. En esa mañana de ese día y bajo un fuerte cerco policial participaron aproximadamente más de 1000 (mil) maestras y maestros. La UASD y las escuelas públicas habían sido cerradas por el gobierno del Dr. Joaquín Balaguer en el marco de su primera reelección y las respuestas de los sectores populares.

La asamblea fundacional de la ADP era la culminación de un proceso  iniciado por las y los docentes de los colegios privados de Santo Domingo quienes habían decidido el 6 de abril del año 1970 suspender las clases en los colegios privados en solidaridad con las escuelas y liceos públicos constituyendo un comité coordinador; a partir de entonces convocaron a todos los sectores del magisterio nacional a un encuentro que se celebró el 8 de abril en la Librería Dominicana de la calle Las Mercedes de la zona colonial de la ciudad de Santo Domingo.

En ese encuentro participaron el comité gestor de la Federación Dominicana de Maestros (FEDOMA) y un grupo de profesores de la UASD, así como participantes de colegios de la capital. Se decidió convocar para el posterior encuentro a las asociaciones de maestros que habían sobrevivido a la desaparición de la Federación Nacional de Maestros (FENAMA). Sin embargo desde  el primer momento se forjó la idea de constituir una nueva organización de educadores que ocupara el vacío dejado por la desaparición de FENAMA, a la vez que se realizara un proceso de lucha y protesta que reabriera los centros educativos y lograra la desocupación de la UASD.

La asamblea del Teatro Agua y Luz decidió por unanimidad constituir la Asociación Dominicana de Profesores y eligió su primera dirección compuesta en forma tripartita por representantes del sector universitario, de la enseñanza pública  y de los liceos.

Etapas diferenciadas en la vida de la Asociación Dominicana de Profesores

En las más de cuatro décadas de existencia de la ADP, podemos destacar cuatro grandes momentos.

Primer Momento. Corresponde a la fundación de la ADP y su lucha por la apertura de la escuela pública entonces cerrada. Así como la subsecuente lucha por las libertades públicas que marcaron el accionar de la organización en el marco de la ilegalidad pues aunque si bien nace el 13 de abril de 1970 es en el 1978 que logra su reconocimiento mediante el registro 1-78 de la entonces Secretaria de Estado de Trabajo,  hoy Ministerio de Trabajo.

Segundo Momento. Se caracterizó por la lucha por las reivindicaciones económicas y mejoría de las condiciones de trabajo del magisterio, que entró en un proceso  de desmotivación  y desmovilización al extremo de que algunos hasta perdieron sus vidas en su intento por procurar cambios profundos en sus condiciones de existencia emigrando en frágiles embarcaciones  hacia la vecina isla de Puerto Rico. Otros dejaron las aulas y se fueron a trabajar al sector privado principalmente en las zonas francas. Este segundo momento se caracterizó al mismo tiempo por la movilización y la confrontación permanente en el accionar de la ADP.

Tercer Momento. En esta etapa las luchas de la ADP toman un gran giro, pues, participa en todos los niveles en el proceso de definición del  Plan Decenal de Educación, considerado uno de los más importantes movimientos socioeducativos del siglo pasado.

El documento base del VI Congreso de la ADP de septiembre de 1990 estableció las rutas de esta importante participación y ya los días 3, 4 y 5 de diciembre de 1992 una significativa y muy numerosa representación de los dirigentes magisteriales a todos los niveles tomó parte del Congreso del Plan Decenal y que marcara la profusa documentación diagnóstica y propositiva producida entonces. La ADP participa como protagonista de primer orden en el diseño de políticas públicas para el sector educativo, se dimensiona ante la sociedad al transcender de la protesta a la propuesta.

Participa en los mecanismos de co-gobierno y las reivindicaciones legítimas del magisterio fueron incluidas en la Ley de Educación 66-97, la Transformación Curricular y la amplia documentación generada en ese histórico proceso.

Cuarto Momento. Este momento ha sido sin lugar a dudas uno de los más complicados  pues  la ADP ha tenido que lidiar en los tribunales, en el Congreso Nacional, en las calles y en los mecanismos de cogobierno por preservar las conquistas del magisterio que se han visto amenazadas. Una de las vertientes de trabajo producto de dicho accionar ha  tenido por fundamento los reclamos para la  aplicación de la ley combinando la movilización con la negociación que le permita ir conquistando espacios en  la sociedad ante el incumplimiento de lo legal como sucede con  la Ley de Educación 66-97;  y que al respecto se ha logrado introducir modificaciones como acaeció con las contribuciones en el ámbito de la Seguridad Social y que dieron como resultado la Ley 451-08 mediante la cual se consolidan muchos de los avances logrados en la materia.

En este accionar la ADP ha puesto de manifiesto su capacidad y su experiencia acumulada y es el único sector de la sociedad dominicana que ha podido zafarse de los grandes intereses económicos que significa la seguridad social en materia de pensiones y salud, aunque todavía quedan pendientes recursos que se deben transferir  al INABIMA. Este momento se caracteriza además por los esfuerzos por evitar  el colapso del SEMMA. En cuando a la situación general de la educación, ligada a la situación particular del magisterio, se encuentra ante un profundo deterioro de la calidad de la educación así como de sus componentes morales y éticos  o visto de otra forma un gran rezago respecto a los planteamientos del Plan Decenal de Educación en su versión original y asumidos hace más de 20 años por toda la sociedad.

Para cada uno de los momentos destacados los métodos de lucha han sido variados, según la coyuntura o  el contexto pues la lucha social no es lineal. Mas sus resultados en todo caso nos conducen a hacer una profunda reflexión en cuanto a los desafíos que demanda una nueva etapa del desarrollo de la organización y el país que siempre ha de obligarnos a ser altamente eficientes y efectivos en las conquistas de nuestras metas.

Es bueno saber que en la ADP debe darse un estricto apego a los principios democráticos ya que es consustancial a su propia existencia. De ahí que el derecho a elegir y ser elegido es otro de  los fundamentos de su institucionalidad, por ello la transcendencia del Reglamento Electoral y dentro del mismo el principio de proporcionalidad y el método para su aplicación que le otorgan una muy especiales características ante cualquier otro tipo de institución del país y que ha sido una de las principales bases de la unidad que ha predominado por cuanto entre otros aspectos asegura la representación de las minorías una preocupación incluso de carácter internacional en organizaciones y países de vieja data institucional y que no han encontrado una vía efectiva para su solución.

 El fortalecimiento institucional de la ADP ha seguido un proceso evolutivo que no ha sido lineal y ha tenido sus etapas de avances y otras de retroceso; estas últimas han presentado situaciones muy lamentables que han sido superadas en un proceso dialéctico de desarrollo como fue el caso del desfalco en sus finanzas a inicio de la década pasada.

Un recuento rápido de los aportes de la ADP en el proceso de participación en las reformas educativas

Aunque siempre ha sido vista y acusada de economicista, podemos testimoniar grandes aportes en cuanto a los antecedentes de reformas en materia de participación educativa de la ADP, dentro de los cuales podemos señalar entre los más trascendentes:

ü  Propuesta y lucha de la ADP en 1972 para la instalación de un régimen de estatutos y escalafón para el docente dominicano.

En 1982 formó parte de la comisión que elaboró el proyecto Ley de Educación, particularmente en dos aspectos muy específicos: Principios y Fines y Control de la Educación. También se involucra en la crítica a la ordenanza 1-86 que implicó la suspensión de la educación media renovada o de reforma, así como la suspensión de los llamados liceos de intermedia y la propia eliminación del subsistema del nivel intermedio.

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ü  Desempeñó un papel destacado en la crítica teórica a la reforma de educación primaria y nuclearización, así como en la crítica al intento de implementar un proyecto educativo de características exógenas conocido como proyecto Maharishi.

ü  Participó en mayo de 1987 en el Primer Congreso sobre la Problemática Educativa y Alternativa de Solución, conjuntamente con la Secretaría de Educación y la Universidad Madre y Maestra.

ü  En 1988 participa en el análisis del proyecto de reestructuración curricular del nivel medio, organizado por la Secretaría de Educación, el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, entre otros.

ü  Participa junto a otras instituciones, en la formulación del Plan Decenal de Educación, movimiento socioeducativo que aspiró a lograr una profunda reforma del sistema educativo de cara al desarrollo.

ü  Es convocante junto a otras instituciones, del Primer Congreso del Plan Decenal de Educación, en diciembre de 1992.

ü  Cabe destacar, también, la participación en la Comisión Nacional de Pruebas Nacionales

ü  La ADP participó activamente en las fases de diagnóstico y formulación de la Transformación Curricular, en la que las autoridades educativas facilitaron dicha acción, destacándose el rol de la Dirección Nacional del sindicato magisterial, en la toma de decisiones que guiaron este proceso y en donde la ADP fortaleció tal proceso sin que esto implicara debilitar sus estructuras internas.

ü  Es bueno recordar que la ADP coadyuvó a crear una nueva cultura de participación junto al estado para la democratización y modernización de la escuela pública; sin embargo, en la etapa de ejecución del proceso de transformación curricular, la participación de la ADP fue muy limitada debido a la falta de visión de las autoridades educativas; también se vio afectada por la poca comunicación y la falta de información a tiempo a nivel de la Consulta Regional; se vio mutilada debido a la incomprensión de una parte de su Dirección Nacional por sectarismo político.

ü  En el marco de la ejecución del Plan Decenal, la ADP jugó un rol de primer orden en procura de que se tuviese una nueva legislación educativa en el sistema educativo dominicano. Es así como surge la Ley de Educación 66-97, que como hemos señalado, se modificó con la Ley 451-08 con relación al sistema de seguridad social, tocando aspectos de jubilación y pensión, la inclusión del INABIMA en el consejo de directores de la ARS  SEMMA, entre otros.

Perspectivas Ineludibles: Tenemos que repensar nuestra ADP

Una condición que asegura un imprescindible salto cualitativo de la ADP en la presente etapa es el sentido autocritico, el cual queda claramente demostrado mediante las reflexiones de la consulta nacional realizada a propósito de su 41 aniversario.

Toda organización que se propone no solo perdurar sino avanzar cualitativamente en el tiempo, debe mantener e implementar constantemente un espíritu de innovación que asegure su constante renovación.

La ADP debe procurar la recuperación de su liderazgo en la sociedad dominicana en general y en el movimiento educativo en particular, retomando la práctica de valores fundamentales como la solidaridad y de posiciones ideológicas como el sindicalismo clasista.

La etapa iniciada en 1975 puede definirse como la del sindicalismo clasista, alumbrada con los postulados de un punto de vista sindical que privilegiaba la combatividad de las masas, la democracia sindical al interior del gremio, la solidaridad de clase y el internacionalismo, la práctica consciente de la disciplina y el estilo de dirección basado en el centralismo democrático.

Dado el momento de cambios dramáticos que vive el sindicalismo, en donde la tecnología, la profundización de políticas neoliberales, la apertura de las economías, la globalización de los mercados y la creación de bloques económicos regionales, entre otros, influyen en el funcionamiento y estabilidad de las organizaciones sindicales.

Podría ser útil que la ADP evolucione hacia el sindicalismo socio-político que le garantice al sindicato una visión teórica más amplia de los problemas políticos en el ámbito nacional, así como un mayor espacio de negociación directamente conectado con el aparato de la administración global de la sociedad. Y que priorice la implementación de su sistema formativo tendente a procurar una mayor calidad en el proceso educativo.

El magisterio tiene que involucrarse militantemente en un movimiento de renovación y cambio educativo cultural y científico.

Proponer en el consejo del INABIMA la modificación al reglamento que sirve de marco general al proceso de entrega en el plan de retiro, al tiempo de que se contemple poner una fecha en la cual cesan los descuentos después de recibir el monto de ese plan complementario.

En el marco de la educación sindical, debe ponerse en funcionamiento el Instituto Pedagógico Sindical que se crea en el proyecto a tal fin, en la gestión de la maestra María Teresa Cabrera y que se retomara en la gestión del maestro Radhamés Camacho, como garantía de una formación puntual y oportuna como la requiere el magisterio nacional.

La ADP debe priorizar la recuperación de los hospitales SEMMA Santo Domingo y Santiago, respectivamente, luchando por su equipamiento, con una buena gestión, así como la revisión y evaluación de los servicios que se ofertan para que se revistan de la más alta calidad en beneficio de los-as usuarios-as.

Nuestra ADP debe luchar por la implementación del año sabático, en donde los beneficiarios tomen como tarea la investigación de un caso a la asignación de escribir una obra literaria, histórica o educativa como aporte a la sociedad. Y que, en todo este menester, la ADP se auxilie de las herramientas técnicas, metodológicas y de las tecnologías de la información, que le permitan masificar su rol formativo y optimizar todo tipo de recurso y de los servicios de personal, con una visión de futuro apegada al sostenimiento de su plan de desarrollo, más allá de la presente generación.

En los procesos por mejorías y la lucha reivindicativa, la ADP debe privilegiar el método de la dialógica en la solución de conflictos como parte de las herramientas idóneas en la época actual.

De igual modo, privilegiar la asunción de programas formativos con clara tendencia a aportar al proceso de calidad educativa y con visión de contribuir con quienes gerenciarán  la educación de las futuras generaciones.

Creemos, también, que la ADP debe luchar por mantener la unidad en el marco de la diversidad, independientemente de las corrientes ideológicas-magisteriales que se anidan en su interior, tratando de manera seria y responsable de erradicar la incidencia partidaria en las acciones del sindicato.

Finalmente, queremos extender un abrazo solidario a todos los maestros-as al través del actual Comité Ejecutivo Nacional, que es el garante de que nuestras conquistas permanezcan en el tiempo y se robustezcan día a día en el proceso de lucha por las reivindicaciones del magisterio, dejando nuestro legado en tan hermosa tarea de acompañamiento en la enseñanza-aprendizaje.-

 

Hasta siempre, 

Maestra Nelly Amador

 Santo Domingo, D. N., 8 de Abril, 2017.-